ANTES DE INSTALAR EL CAPITÁN MACOS 2015 / BEFORE TO INSTALL EL CAPITAN

Primero revisar que nuestro Mac sea compatible

Puede ser algo obvio, pero muchas veces olvidamos que no todos los Mac son elegibles para actualizar, por fortuna, y como esta versión se enfoca en mejorar el rendimiento, los Mac compatibles con OS X El Capitan serán los mismos que recibieron Yosemite:

• iMac mid-2007 o superior
• MacBook de 13 pulgadas de aluminio late-2008 y early-2009 o superiores
• MacBook Pro de 13 pulgadas de mid-2009 o superiores
• MacBook Pro de 15 pulgadas de mid-2007 o superiores
• MacBook Pro de 17 pulgadas de late-2007 o superiores
• MacBook Air late-2008 o superior
• Mac Mini early-2009 o superior
• Mac Pro early-2008 o superior
• Xserve late-2009

Para consultar si nuestro Mac es compatible, sólo necesitamos ir a la barra de menús, seleccionar la manzana y "Acerca de este Mac", donde nos aparecerá el modelo que estamos usando. 

Consultar el almacenamiento disponible

Ya que estamos con la ventana de "Acerca de este Mac", podemos revisar nuestro almacenamiento disponible. La versión final de OS X El Capitan tendrá un peso aproximado de 6GB, pero Apple recomienda que tengamos al menos 8GB disponibles, a pesar de esto, nuestra recomendación es tener al menos el doble, es decir, entre 16 y 20 GB para no tener problemas en plena instalación con todas nuestras aplicaciones.

¿Qué versión de OS X tenemos?

Si estamos ante una actualización, necesitamos revisar desde qué versión lo haremos, ya que OS X El Capitan sólo será compatible si venimos desde los siguientes sistemas operativos:

• OS X Snow Leopard (10.6.8)
• OS X Lion (10.7)
• OS X Mountain Lion (10.8)
• OS X Mavericks (10.9)
• OS X Yosemite (10.10)

Comprobar aplicaciones y eliminar lo que no usamos

Un punto muy importante es dejar limpio nuestro Mac. Una actualización de software es el momento perfecto para eliminar todos esas aplicaciones que no usamos, donde herramientas como AppCleaner pueden ayudarnos con esta tarea de forma eficiente.

A la par de esto, se recomienda entrar a la Mac App Store y actualizar todas las aplicaciones disponibles, una tarea que volveremos a hacer una vez que tengamos instalado El Capitan, ya que en muchas ocasiones, estamos ante software que no posee soporte para la nueva versión de OS X, en este caso si se puede consultar antes, genial, si no, tendremos que hacerlo cuando ya tengamos instalado todo, a base de prueba y error.

Dentro de este apartado, también podemos aprovechar para visitar nuestras capetas personales, sobre todo la de "Descargas", donde vamos almacenado cosas que tal vez ya no usamos, así que lo ideal es borrar todo lo que ya no necesitamos.

Recordar contraseñas y Apple ID

Si son de los que no tienen implementado el Apple ID al momento de encender el Mac, y lo tienen todo automatizado, tal vez es momento de hacer un repaso por las contraseñas, ya que al instalar OS X El Capitan, el sistema nos solicitará ingresar nuestras credenciales, tanto para actualizar aplicaciones como para entrar al sistema operativo.

Respaldar toda la información (Punto Clave)

Punto medular antes de cada actualización. Tenemos que respaldar sí o sí antes de instalar, y para ello usaremos la herramienta que la misma Apple nos proporciona, es decir, Time Machine, donde podremos respaldar toda nuestra información y restaurar de una forma sencilla si algo sale mal durante la actualización.

Hay que destacar, que existen otros programas que nos ayudan a hacer copias de seguridad de todo lo que tenemos el nuestro Mac, pero en este caso, la recomendación es Time Machine, porque hace lo promete, funciona de maravilla y sin complicaciones.

¡A instalar!

Para tener acceso a OS X El Capitan deberemos ir a la Mac App Store y en la sección de "Actualizaciones" veremos el nuevo operativo listo para descargar. Dependiendo de la velocidad de nuestra conexión y de la saturación de los servidores de Apple, puede llevarnos algunas horas antes de que podamos instalar.

Una vez descargado, se abrirá en automático el programa de instalación, quien nos guiará paso a paso y donde nuestra intervención será mínima, claro, siempre y cuando no haya problemas, en este caso siempre podemos echar mano de nuestra copia de seguridad de Time Machine.

Un punto adicional que hay que tener en cuenta, es que si estamos en un MacBook, hay que estar conectados a la energía eléctrica en todo momento, mientras que para el caso de los iMac, se recomienda tener una fuente de energía de reserva, como algún No Break, para evitar que algún corte en el suministro nos juegue una mala broma en plena instalación.

Por último, estas recomendaciones son para quienes instalan desde una versión previa de OS X, es decir, aquellos que no quieren complicaciones y se van por la vía fácil. Ya que la mejor recomendación es una instalación limpia, desde cero, donde deberemos crear un instalador en un USB e instalar todos nuestros programas e información uno a uno. Esta opción es la más recomendable, pero también es la que más requiere conocimientos y nervios de acero.